Criterios para la reforma constitucional, por Eliseo Aja

En los últimos años se ha abierto paso la idea de realizar una  reforma constitucional para combatir los problemas de la crisis que asola a las instituciones en España. En realidad creo que se trata de una triple crisis: la económico-social, evidente, pero también la de legitimidad democrática y del sistema autonómico. El pasado 6 de diciembre El país publicaba un resumen de las propuestas de reforma constitucional del PSOE, UPyD, IU y Podemos, que presentan contenidos y grados de maduración muy diversos. En realidad, Podemoshabla de proceso constituyente, que debe indicar algo diferente, como también supone una ruptura constitucional la propuesta de secesión de Cataluña, aunque se mueve en otro plano.

En esta coyuntura, de intuición de la reforma y escasa claridad de su perfil, acaba de aparecer un libro singular, dirigido por el profesor Javier García Roca, Pautas para la reforma de la Constitución (Aranzadi, 2014) que contiene unas cuantas ideas básicas sobre los problemas de la reforma de nuestra Constitución en la actualidad. Se trata de un libro pequeño (140 páginas) y sencillo, al alcance del lector que tenga una cierta cultura política, porque consiste en un relato-resumen de los debates que han realizado una veintena de profesores universitarios, de variadas tendencias políticas y jurídicas, sobre los principales elementos de la crisis de las instituciones y sobre los problemas que suscita la reforma constitucional. García Roca es un prestigioso catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad complutense, a la que pertenecen la mayoría de los participantes, aunque también intervinimos puntualmente algunos profesores de otras universidades.

Cada capítulo consiste en un relato de las ideas expuestas por uno o dos ponentes sobre el tema de discusión (los derechos, la monarquía, las Cortes…) y de las cuestiones que plantean los asistentes al seminario, todos ellos profesores de Derecho, de varias disciplinas. No hay por tanto la típica ponencia técnica del especialista sino el resumen de su exposición y del debate (aceptación o críticas) de los asistentes. Un primer capítulo resume las ideas generales sobre la reforma constitucional, a partir de la evidencia de que en estos años apenas se han   realizado reformas constitucionales y la única importante (135 CE) se hizo muy mal.

La incorporación a la Constitución de una “cláusula de la Unión Europea”, expuesta por Ricardo Alonso (catedrático de Derecho Comunitario), arranca de los problemas que ha generado la ausencia de normas constitucionales sobre nuestra pertenencia a Europa. A diferencia de otros puntos, éste cuenta con las reflexiones de los Informes del Consejo de Estado (el específico y el del proyecto abortado de reforma constitucional de Zapatero) que prestan solidez a la propuesta.

Los derechos fundamentales, tratados por Pablo Santolaya (catedrático de Alcalá), Itziar Gómez (letrada del Tribunal Constitucional) y García Roca -en la dimensión judicial europea- son quizás la parte de la Constitución que mejor ha aguantado el paso del tiempo, aunque son aconsejables ajustes y sobre todo mejorar la protección de derechos sociales como la salud, la atención a la dependencia y la vivienda. Los recortes sufridos y la reacción popular en contra deberían inspirar algunas técnicas jurídicas más eficaces que las vigentes.

En las instituciones se examina la reforma del sistema electoral, a partir de ponencias presentadas por Sánchez Navarro (Subdirector del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, además de catedrático), Pablo Santolaya e Iñigo Henriquez de Luna, para ganar en proporcionalidad y, sobre todo, para acercar los parlamentarios a los ciudadanos. Un capítulo propio merece la mejora de la democracia representativa y de los medios de participación como la iniciativa legislativa popular y el referéndum, que tienen límites excesivos en la Constitución actual. Otras de las enseñanzas de la crisis ha de ser, sin duda, la limitación del uso del decreto-ley por el gobierno.

La reforma del Senado ya no parece objeto de dudas, y en el capítulo correspondiente se da por descontada y se plantea el debate las posibles alternativas, entre un Senado elegido por los ciudadanos o designado por los Parlamentos autonómicos (Piedad García Escudero,  Letrada de las Cortes, además de catedrática) y Eliseo Aja (yo mismo), que volví a defender un modelo inspirado en el Bundesrat alemán, para que las Comunidades Autónomas participen en la aprobación de las leyes del Estado que afecten sus competencias, en las relaciones intergubernamentales y en el proceso de decisión de la Unión Europea. En el debate intervino de forma destacada Diego López Garrido, que a su condición de catedrático une la experiencia de parlamentario y secretario de Estado.

Las reformas del poder judicial, en concreto, del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional se abordan por García Roca, que también había sido letrado del TC, sobre una multiplicidad de vertientes que impiden su resumen aquí. El propio Garcia Roca y yo mismo, presentamos una ponencia coincidente sobre el Estado autonómico, con propuestas de reforma sobre el conjunto del sistema (competencias, relaciones, naturaleza de Estatutos, etc.) y sobre el reconocimiento de nacionalidad específico a Cataluña, el País Vasco y quizás alguna otra CA, así como la pluralidad y diversidad que ha de implicar para el conjunto de España. En concreto, la financiación autonómica y su vasto campo de reformas posibles, fue expuesta por Alfonso García Moncó (catedrático de Derecho Financiero) y Julio López Laborda (catedrático de Economía).

Los mismos procedimientos de reforma constitucional en la actualidad merecieron la crítica y propuestas de reforma presentadas por Asunción García Martínez, confluyendo con opiniones de los participantes más dirigidas a la articulación –hasta donde pueda adivinarse- de una reforma constitucional a corto plazo.

Casi 30 conclusiones, redactadas con brevedad (uno o dos párrafos cada una), cierran el libro, permitiendo una primera reflexión seria sobre las vertientes de la reforma constitucional aquí y ahora. La más importante reside en su carácter político (la reforma corresponde principalmente a las Cortes Generales), pero avanzar en su perfil técnico puede ayudar a inclinar la balanza en un sentido u otro. Por eso tienen mucho sentido que el debate se haya realizado entre expertos de todas las orientaciones políticas.

2 Comments

  1. Es evidente que ya no sirve dar "una mano de pintura" a la fachada, ni tan siquiera cabe "apuntalar". Amenaza "ruina", pero ¿tendremos la suficiente madurez, como la tuvieron en su momento para sacarla adelante? Es necesario un debate sosegado pero sin demora. Hagásmolo.

  2. Bienvenidas estas aportaciones técnicas en positivo sobre la necesaria reforma de la Constitución Española. Personalmente me parece que urge ampliar y garantizar derechos fundamentales, además de acometer otras reformas del sistema y el funcionamiento democrático actual.

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