La reforma de la Constitución española: el proyecto FIDE, por Joaquín Tornos
Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Barcelona
Con el patrocinio de la Fundación FIDE, un amplio grupo de juristas y economistas, bajo la dirección de Mariano Bacigalupo y Juan Martínez Calvo, y con la coordinación de Ignacio Borrajo, presentaron en Madrid el 12 de marzo el documento “Reflexiones para una reforma constitucional: la reforma de la organización territorial del Estado”.
Las propuestas se centran en la reforma del Estado de las Autonomías, reforma que se juzga de especial urgencia e intensidad, sin que ello suponga renunciar a abordar más adelante otros aspectos que también se juzgan de necesaria reforma.
El documento parte de un juicio positivo sobre el sistema autonómico, pero advierte al mismo tiempo de la necesidad de su reforma para mejorar el equilibrio entre los principios de unidad y autonomía y conseguir un sistema más eficiente de gobernanza de lo público.
También se parte de la afirmación de que la reforma de la Constitución es una cuestión política. Pero para los autores del documento ello no contradice el que sea posible, y necesario, llevar a cabo una reflexión objetiva sobre algunas cuestiones problemáticas sobre la reforma constitucional con el fin de avanzar posibles soluciones técnicas que faciliten luego la labor de los agentes políticos.
Las propuestas de reforma se centran en el sistema de distribución de competencias, la reforma del Senado para que sea una institución que lleve a cabo verdaderas funciones de integración territorial, modificando con este fin íntegramente su estructura y funcionamiento, la constitucionalización de las bases del sistema de financiación y la mejora de los instrumentos de cooperación y colaboración.
El lector interesado puede encontrar en el breve documento un desarrollo claro de estas propuestas. Pero más allá de su concreto contenido, importa destacar el valor que posee el documento como manifestación de dos datos que juzgamos de especial relevancia. Por un lado, la convicción de los autores de que sin renunciar a los principios básicos y logros de la Constitución de 1978, es conveniente proceder a su reforma parcial y, en particular, a la reforma de su modelo organización territorial. Para los autores del documento el Pacto constitucional se refuerza con la reforma de la Constitución. El segundo dato relevante es la constatación de la posibilidad de alcanzar, desde posturas inicialmente no homogéneas, un consenso sobre los temas a tratar, y sobre algunas de las propuestas técnicas que luego pueden ofrecerse a los políticos para que estos asuman la tarea que les corresponde.